Legisladores estadounidenses prometieron investigar la forma en la que la policía del Capitolio manejó el violento asalto del miércoles al edificio, cuestionando si la falta de preparación permitió que la turba ocupase y causase destrozos en el inmueble.
La policía del Capitolio de Estados Unidos, que tiene la tarea de proteger el Congreso, pidió ayuda a otras fuerzas de seguridad ante la irrupción de los manifestantes que obligó a los legisladores a esconderse. Tanto las autoridades como los seguidores del presidente Donald Trump usaron irritantes químicos durante la ocupación del complejo, que duró varias horas antes de que fuese desalojado el miércoles en la noche.
Cuatro personas fallecieron: una mujer baleada en el interior de Capitolio y otros tres por “emergencias médicas” relacionadas con el incidente, explicó Robert Contee, jefe del Departamento de la Policía Metropolitana de Washington.
Según la policía, hasta el miércoles en la noche había 52 detenidos, incluyendo 26 que fueron arrestados en los terrenos del Capitolio. Catorce agentes resultaron heridos, dijo Contee.
Un motivo de las críticas a la policía es que de las cientos de personas que ingresaron al edificio, muy pocas fueron detenidas. Incluso cuando la policía finalmente logró desalojar el edificio, dejaron salir a los ocupantes libremente. Es probable que el motivo de las no detenciones esté relacionado con el hecho de que los policías seguían siendo minoría, y es plausible que el material fotográfico y de vídeo que circula en estas horas se utilice posteriormente para localizar a los responsables.